COLLALBAS Y OTRAS AVES DEL DESIERTO
Dahab, Sinaí,
Egipto Enero/Febrero 2020
Hay muchas posibilidades de ir a algún wadi (valle normalmente seco del desierto) cerca de
Dahab. Solo unos 15-20 min. en coche y
ahí están.
Son sitios muy solitarios y silenciosos (menos cuando llegan
los quads de los turistas) con una vegetación
en la que destacan pequeños arbustos medicinales con flores preciosas, árboles dispersos de acacia y,
en pequeños oasis, algunas palmeras y cañas.

Este paisaje es el ideal para las Collalbas. Son aves muy bonitas, esbeltas y con colas relativamente largas. Les gustan las rocas y se dejan ver muy fácil, sobre todo a última hora de la tarde cuando salen a cazar insectos. Momento para coger la cámara y los prismáticos y estar atenta a lo que se presenta.
Collalba monje ((Oenanthe monacha) con corona blanca que se
estrecha en la nuca y plumas blancas en el vientre, casi hasta el cuello.
Collalba yebélica o Collalba negra de Brehm (Oenanthe
leucopyga). Las jóvenes tienen el píleo negro, mientras que los adultos lo
tienen blanco.
Mira el bicho que ha cazado y que se encuentra al lado de sus patas. Es un coleóptero llamado Tenebrionidae (Darkling beetle).
Collalba colinegra (Cercomela melanura). Algo más pequeña que las otras. Le encantan las acacias, con las que comparte colorido. Es muy confiada y tranquila.
En el año 2018, tuve la suerte de ver una Collalba desértica tambièn.
Una tarde tuvimos la suerte de poder observar muy de cerca a
una Terrera sahariana (Ammomanes deserti), cuyas plumas pueden cambiar de color,
según el ecosistema donde vive, para así camuflarse casi a la perfección. Por
ejemplo, si vive en zona volcánica es casi negra.
El año pasado, vimos un “Bimbo”, la Curruca de Rüppell. Un
ave preciosa. Nos llamó la atención su canto traqueteante, típico de las
currucas.
Otro "Bimbo" del año pasado fue el avistamiento de una pareja de Estornino de Tristram (Onychognathus tristramii). Se dejaron ver una media hora. ¡Una gozada!
Durante un momento fugaz, tuvimos la suerte de ver una hembra de Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus). Por suerte, mi hija reaccionó de inmediato e hizo una foto.

Muchos Aviones roqueros isabelinos (Ptyonoprogne fuligula) volaban entre las montañas, con su canturreo continuo y a una velocidad impresionante que hacía casi imposible fotografiarlos.
Durante un momento fugaz, tuvimos la suerte de ver una hembra de Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus). Por suerte, mi hija reaccionó de inmediato e hizo una foto.
Muchos Aviones roqueros isabelinos (Ptyonoprogne fuligula) volaban entre las montañas, con su canturreo continuo y a una velocidad impresionante que hacía casi imposible fotografiarlos.
Entre piedras y arbustos se encuentran bastantes insectos. Este bicho es una Langosta del Desierto de unos 8-10 cm de largo.!Impresionante¡
Estas salidas, casi siempre al anochecer, terminan con un fuego improvisado y un chai caliente mientras admiramos el cielo estrellado.
UN MOMENTO DE PAZ TOTAL
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